sábado, 18 de octubre de 2008

REDIL DE LUZ

La ciudad brota con el sol
en un enceguecedor redil de luz.
Una gran marioneta desmayada,
con sus hilos dormidos
sobre ella.
Y hunde más y más sus raíces en el fango,
y le quiebra las entrañas,
y lo resquebraja
y lo seca de abriles.
Una torre crece como una flecha
y se clava en la frente de Dios,
y derrama su sangre
y se baña regodeada.
La sangre fluye entre el cemento,
dibuja calles y veredas.
Los autos comienzan a flotar, alocados, en la sangre,
como juguetes rabiosos,
como lanchitas que navegan sobre pequeños corazones.
La gente nace de las casas
como de vientres deformes,
cuadrados.
En una esquina
un niño ciego
da de beber vinagre y agua
a un crucifijo
tratando desesperadamente
de adivinar su boca
con la lanza.


Federico Torres (FORMOSA)

2 comentarios:

Emilia Vega Hunicken dijo...

hola queridos colegas habla un apoeta amateur ajaja de la provincia de la rioja, radicada desde hace 5 años en cordoba....me gustaria haber podido particpar de ese encuentro....paso mi mail asi nos contactamos y compartimos poemas...los mios hablan del amor y la vida misma....besos aireados del mediterraneo corazon del país.-

maria eugenia dijo...

Fede, le has puesto espesor y fluídos a la tan mentada muerte de dios. Imágenes de manga japonés con un lenguaje hiper clásico y un material temático que ni hablar, nada fácil decir cosas nuevas al respecto, y eso has hecho vos. te felicito por arrojar otras miradas a los fundamentos del Occidente mismo.