miércoles, 27 de enero de 2010

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A veces sueño que Roberto Bolaño
viene a buscarme con su moto negra
y que con la lumbre de su cigarro
persistiendo en la llovizna
(sin decir nada) rompemos camino
barreando resbalando el asfalto
atravesando las risas los gritos
las bombas.
Es navidad en todos lados
en el DF en Santiago de Chile
en Tel Aviv en mi barrio de Formosa.
Todo el mundo esta cubierto con olor a pólvora,
y nosotros escapamos como dos sombras fugaces
hacia algún intersticio infeliz y sincero,
escapamos como dos poetas sin rostro
(el cree que soy Mario Santiago)
y dice que vamos detrás de un sueño
inmemorial e innombrable
y que es nuestro.
Pero no tengo rostro y no soy Mario Santiago
y quiero decírselo
(No soy nadie
Belano,
escribo poemas de otros
muchos te pertenecen,
y a Santiago
y a Fresán)
pero la velocidad esta bien así
y esta bien la ruta
y la huida
y la busqueda
y ser un polizón en el sueño de otro
sin saber dónde lleva
o dónde está ese sueño
inmemorial e inútil
de la valentía.
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La ruta es negra
como la noche
como la moto que rueda
y hace crujir a los escorpiones en las ruedas.
Para llegar al sueño hay que seguir el olor a pólvora,
cruzar una jungla de estallidos
dice Bolaño,
e ir camuflados de negro en la noche
como espectros que jamás duermen
y fugarse sin dejar rastro
para volver inesperadamente
preparados para seguir camino
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A veces sueño
que es 25 de diciembre de cualquier año,
que Roberto Bolaño viene a buscarme con su moto negra
diciendo que va detrás de un sueño,
y creyendo que soy otro.
Yo le creo.


fernando acosta


este poema forma parte de antología "poemas con famosos" próximo a a editarse en Resistencia-Chaco. además en Formosa por Ñasaindy Cartonera. Selección a cargo de Tony Zalazar y Ale Raymond.

domingo, 17 de enero de 2010

DEL EXPRESAR

Si como una respuesta santa
a mi vinieran
en tiempo y forma
y con fuego esas palabras
para decir como se debe
aquello que no digo,
librarme de la imprecisión
y de sus lanzas.
Si como una respuesta santa
a mi viniera
el definir perfecto de lo que es
dormirse sin plegarias
acunar como un demente
tanto no olvido,
saberse frente al otro
sin las máscaras,
amar y desamar
pero no como en los libros,
decir adiós a los temores
pero a la vez cuidar
frenético la espalda,
embarcarse en la búsqueda
de un todo
para después anclar
entre migajas...
si como una respuesta santa
a mi vinieran
con sencilléz y con altura
esas palabras
prometería olvidar tu belleza
cerrándole mis patios y mis salas...
prometería ver como ellos ven,
llevando a una cruz o a una hoguera
tantas ideas vanas.


Por Natalia Esther Cuevas (FORMOSA)

EL DESAMOR

El desamor...
no veo sus raíces pero sus hojas
han tapado a los hospitales
los asilos
los psiquiátricos
y hasta a la criatura
más remota...
el desamor
con sus horrendas costumbres
neutralizando la sangre
con sus eléctricas langostas...
no duerme,no pronuncia palabra,
no mira pero paraliza mi boca...
el desamor,desde el génesis hasta nosotros,
convirtiendo la virtud en roca.


Por Natalia Esther Cuevas (FORMOSA)

EXTRACTO ( a Guillermo Alanís Otero)

Llevo un extracto de vos
entre estos puños,
hombre de la retama...
llevo un extracto
de tus fórmulas de letras...
tiene el aroma
de tus membrillos
y sabe a tus quimeras,
tiene la fuerza de una cruz
plantada en el dolor
de mis arterias.
Solía enredarme entre
mis torres y mis libros,
derrumbes y creencias,
pero ayer tu voz
esa plegaria verdadera,
sonó como la sangre
de la puna,
tu plegaria de ocasos
y jaleas.
Llevo muy adheridas
a mis faldas
tus celebraciones al fuego
al aire y a la tierra
y desde la raíz del vientre
intento amordazar tus quejas...
llevo la sustancia
de tus sombras y tu luz,
sobre mis pechos de mar,poeta...


Por Natalia Esther Cuevas (FORMOSA)

Alquimia

Se esconde,
y cubre las sombras.

Te mira,
y hace el amor
con el deseo.

Tú no sabes que es así
y sientes la atracción
hasta caer.

Más nunca
percibirás el signo
pero lo sentirás en la piel.

Te dirá cosas
que no quieres saber,
y lo hará en el secreto.

Si miraras fijamente a sus ojos
quizás, la perversidad descubrirías.
No te detengas a contemplar
porque atrapará tu alma.

En las sombras se esconde.
No intentes buscar
porque se extinguirá.



por Darío Arístides Molina - “Píndaro” (SAN LUIS)