domingo, 26 de octubre de 2008

Obras del Libro Objeto (a).

FAVELADO



La lectura de mirlos sufridos
en aguas embriagadas de desechos, ruidos
lenguajes humillados. Decir punitivos
en historias irrevocables
de discursos monótonos
sin lucha.
Dormida en la remota sexualidad de moscas
que imponen su zumbido mesiánico
en los dientes amarillos
de los asaltados por el olvido.

Otra cosa presada
en los ojos situados: en lo que debía ir antes
la enredada concreción de miradas curiosas.
Sin ellas, la propia se pierde
en la pereza de la escritura.




EFICACIA DEL CAER



Una y otra vez
el presagio abreva su lento descenso
que domina su nombre, sin ecos ciertos
sin muertes presenciales.

Todos aquí, imaginan su muerte
el olvido devorado por imágenes
la tierna construcción de una mirada fatal
apresura el vacío
el silencio súbito del tiempo
y después se vuelve
v u e l v e,
o tal vez nunca se fue.

Yo me detengo.





SIN TIERRA



Mudo el deseo, sentencia la voz
de los sin tierra
que han dejado de mirar
los espejos mojados de lágrimas de otros;
muertos en el silencio de la calle.
Se han ido los cuerpos
las mujeres sin piernas
con sus vientres ahogados en pétalos secos,
los niños adheridos al cemento
miran la historia desde la cantarilla
molida por los dientes con hambre.

Mudo es el cuerpo que peregrina
en el olvido disecado por las manos de asesinos
no buscados, no sentenciados
por nadie, ni yo, ni tú.

Mudo es el tiempo
cuando sus ojos se cansan
despojados de horas condenadas
a la regularidad de los objetos.




APOLOGÍA DEL SANITARIO



Mobiliario alternado arquitectónico
en sitios económicos se ofrece como chatarra,
en el baldío monopólico del mercado.
Banal corporación de mierda
pugna por publicitar su utilidad
su imagen romántica, su única cara
de porcelana lanzada, mal oliente bizarra
depravada cursi embostada por el juego de niños.

Hito obsesivo de los simulacros del consumo.
Mojón fronterizo
en la teoría de los objetos. A cada segundo
se intercambia entre los incautos lo abyecto.






PIBE



La demora de los pasos lacónicos
del niño que gime entre tachos
marcan la derrota de lo humano
en el tiempo grabado de la memoria.
Papel de arroz se tuerce sin delatar
las caras tiesas de la pérdida.

Marcas, figuras, quemaduras, signos
se cuelgan de la garganta de muchos,
obligando a la voz a detener la palabra
enjaulada
en los claustros del ocultamiento.
Vidas no pasan, no dejan saliva en las cosas
en las manos sucias ( sin respuestas )
de los que son parte de la historia.





NO-RESPUESTA



Guerra de versos. Palmadas de palabras
acumulan fantasmas
a la orilla de santuarios modernos, invariables
sumisos a la tristeza, acusada por respuestas
encontradas en la no-respuesta.
Guerras iniciadas por cualquiera
cruzan los tejidos textuales
y acaban..... acaban
en la trasgresión de cada pregunta
siniestra lejana.



Autor: Pablo Villarreal, Mendoza
Obra: Objeto (a), 2008.
Seudónimo: Sageé

13 comentarios:

maria eugenia dijo...

bodas místicas entre un Borges y un Berni.

Cuando sus ojos se cansan de horas condenadas a la regularidad de los objetos, habla Pablo en el tiempo.

Anónimo dijo...

Ya en la especificidad de los objetos hay una condena, mística o no, lo relevante es que bajo la incertidumbre de esto que llamamos literatura nos paramos y decimos: Habla.

Fernando Acosta dijo...

poesia con monton de imagenes, como collage de sentimientos que en vez de darnos respuestas nos sigue interrogando. "hay que estar confundido en medio de la nebulosa de la vida" dice Unamuno, pero mirando y gritando nuestro desconcierto.

Anónimo dijo...

He leido y re leido tus poemas sin lograr saber de dónde es que llega a vos eso que provoca el pleno disfrute de la poesía que escribes. No dejes de regalarnos tus miradas hechas poemas.

Anónimo dijo...

Pablo, los objetos tiene género?

Anónimo dijo...

Los objetos no tienen género son contrasexuales, de igual medida que la figura bipolar femenino-masculino.

Anónimo dijo...

...como la figura bipolar... esgrimiendo la lógica hasta el final de las consecuencias...
El día que dejés de pensar mandá un aviso... lo lamentaremos.

maria eugenia dijo...

supongo que, más que a una cuestión de género, la (a) remite al objeto de deseo lacaniano, en cuanto a las proyecciones fantasmáticas que el deseo sobreimpime en el soporte de un objeto "real". En este caso es extraño, porque la mirada se desplaza sobre objetos sociales múltiples (sobre todo en Pibe, Sin tierra etc). Supongo que le da una vuelta de tuerca al amor, visto como una forma de solidaridad, pero esta no es una conclusión tranquilizadora, ni mucho menos, como bien dice fernando, estos poemas no dan respuestas, su lectura sigue interrogando.
Raros tus poemas, Pablo, que bien podrían definirse como la tierna construcción de una mirada fatal sobre un recorte de lo real doloroso. Y necesario.
un abrazo

Unknown dijo...

tú...TÚ que provées profecÍas lacanianas caconas.estenciliando la probeta miserable de los gajos de muertos por venir...TÚ que quitas el pene al varón, la vagina a la hembra y das al recienvenido ojos que no ven...TÚ serás para mi una caja en la calle,la inutilidad de una hoz y un martillo,la soguita de los zapatos de un linyera,la bolsa rota en el chubasco...la mitad es parte del todo,amiguito.

Nosotros... PRESENTES dijo...

me gusta que se arme un debate respecto a las obras literarias publicadas, que haya criticas a favor y en contra; grande pablo, da para hablar el contenido y forma de tus poemas. ahora,critico a la critica: guarda con la violencia, he visto por ahi algun parecer que se muestra atacante. creo que la dureza de la critica no pasa por la denigracion de la obra, ni mucho menos del autor.

Nosotros... PRESENTES dijo...

no salio la firma del comentario de arriba, es mio: Fernando Acosta. Formosa

Anónimo dijo...

Ladrar es parte de la crítica corrosiva de bocas que apenas han comenzado a comer. Un elemento para tener en cuenta a la hora de definir la poesía: desmadre de hambre que busca la teta de vaya a saber quien.
Amigos pensemos en lo que nadie piensa.

maria eugenia dijo...

La elección de las palabras nunca es inocente, el campo léxico delata de dónde vienen, en qué contextos han sido usadas, qué historia arrastran. "tú que quitas el pene al varón, la vagina a la hembra..." dice bastante, incluso el tono es medio ratzinger.
Los sexos son plastificambiantes, cuándo aprenderemos.