sábado, 8 de noviembre de 2008

Poemas de Jorge M. Aponte

ENSEÑADO

Las deambulantes estrofas llevan luz,
yo las sigo furtivo, desde lejos.
Van asustando
con sus antiguos sustos,
embriagadas, mal vestidas,
por sus miedos mas infantes.
La encabeza un alma niña
que en sus pequeñas manos
cuida un candil de lánguida luz,
de pálido verso
de rápido eco, de pelos mojados.
Tengo miedo
de andar solo en esta noche,
y aunque a ellos quiero unirme
temo acercarme a esa grey
a sus ojos lagrimosos, que pesan en mi pasado
¿si se burlan?, ¿si me gritan?, ¿si me hieren?
¿si rechazan mi estatura?,
¿si no puedo caminar junto a sus pasos pequeños?
¿si éstas mis largas piernas le recuerdan sus heridas?
¿si me odian?
Son muchos y yo viejo.
Se me alambra el corazón,
pero es tarde por el frío
que ennegrece la blancura,
de mi traje.
Me atraganta un gran silencio
hacen ruido mis arrugas
con el viento
las sostengo con soberbia,
con desprecio hacia la luna
y en mi estómago de agua;
llevo truenos,
frente a mis ojos gastados,
traigo vidrios,
en mi garganta de trapo,
suenan huellas maltratantes.
en mi memoria salada,
unos lozanos fantasmas
que fui ayer.
Sobre mis brazos,
raíces de sangre añeja y sucia
por la impaciencia del humo.
El pilar de mis espaldas cruje amarillo, desconsolado,
cuando un pequeño me alcanza
y abre mi pecho gigante.
Mientras sangro,
me traspasa la verdad, que es del ayer;
sin mi permiso no hablaban,
ahora
hablan cuando quieren.



ETARIO

“Por la mañana, que nos depara
la ilusión de un principio...”
Jorge L. Borges.

Como he caído
caeré después y siempre
bajo la luz oscura y transparente
del tiempo todopoderoso y antiguo
y todavía por venir al mismo tiempo.
Tal vez me baste la felicidad de mi tristeza
para buscar la dicha
en los días desconocidos que me quedan,
no entre las horas disueltas de mi ayer
no en los años en que he sido otro
o numerosos otros que hoy ya no soy
y que nunca más seré.
Existe un dolor misterioso al que ya no temo
cuando me dejo atrapar por la furia
del dogma atroz de plazos artificiales
que van juzgando mis pasos
que me miden de punta a punta
cada tanto.
Aunque de a ratos renuncie al descanso
encuentro al pasado que se dilata veloz
y en lo que fue
y es ahora para siempre
se erige el anuncio verdadero y cierto de la muerte.
Ya decido mi lugar
no en la palabra tiempo
sólo en la trama imprecisa y vital del sacrificio,
para lograr lo que espero y sé querer
por lo que me muero
hasta en mis sueños...




Jorge Manuel Aponte
Grupo literario ALQUÍMICO (Formosa)

No hay comentarios: