lunes, 20 de julio de 2009

POEMAS DE LAVAPLATOS

ALGÚN NOCTURNO MÁS...

la noche se desliza
lenta como un re menor de Grieg
en los oídos sordos de los caminantes
acaricia impasible como velo impoluto
como abrazo desamorado
como niebla incolora que enjuaga las voces
que resbalan en los pasillos
la historia se derrumba
sobre las paredes endebles
la gente pisotea
la historia endeble
el destino se aglutina y enmaraña
en los vientres cortados
algún Dios se ríe de todo
y sus carcajadas se confunden con el viento
que destruye y construye
cíclico como las olas
efímero y eterno
como el tiempo



LOS NIÑOS JUEGAN


los niños juegan
como colores en la siesta
como gorriones en la tierra
desmenuzando
al viento impreciso
con sus dedos de almizcle
se llevaron
las risas circundantes
en sus juegos rituales
como un remolino
de ademanes diminutos
yo
los llamo
desde arriba de un árbol
queriendo que me reconozcan
como uno de ellos
“miren el fantasma”
dicen y me arrojan piedras
o se esconden
o huyen
y cuando se van
no se por qué
la siesta se apaga
como con un soplido
se van y se llevan la siesta
las risas
y al viento
en sus pequeñas manos
y no se por qué
pero yo me quedo



SALMO

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el destino blasfema”
(Vallejo)


mi soledad tiene boca de aljibe
arroja una piedra en ella
y nunca oirás su fondo
sólo los hilos de silencio
que se rompen en la caída
piedras que caen como gotas de agua
se tornan blandas en el vacío
van rayando el abismo
en garabatos con forma de viento
dibujando como mano de niño
algunas letras y bocetos con cara de recuerdos
y no se detienen por más blandas
silba y suena a suspiro
la brisa que nace de ellas
ya se arrojaron piedras que rayaron y lloraron
y aun siguen cayendo sin violencia
como plumas
y dibujaron tantos vientos o suspiros
que crearon un otoño interminable
mi soledad huele a tierra mojada
a viento del sur
a cielo plomizo
a hojas inquietas
a caminos y horizontes
arroja una piedra en ella
y hazla más hermosa
todavía


Fernando Acosta (Formosa)

4 comentarios:

Anabela dijo...

Hola fer!!!! muy buenos tus poemas
sobre todo el ùltimo. che una pregunta es la soledad un estado grato???
o solo es un abismo al cual uno se conforma y resigna alimentandose de mugajas de recuerdos??

Fernando Acosta dijo...

gracias Anabela. en cuanto a tu pregunta, la soledad es un estado a veces perenne (que fea esta palabra,no se me ocurre otra por ahora) que tiene ambos polos. puede ser tan grata como destructiva. y resulta intrinseca a ciertas personas como también electiva. personalmente, creo que es un lugar de tranquilidad absoluta.espero haber respondido aunque sea en algo a la cuestión.

maria eugenia dijo...

Fer, qué lindos poemas, en especial el del niño fantasma, y Salmo.
El remate de Salmo, sobre todo, es precioso y perfecto.

Tal vez en "algún nocturno más", me hace un poco de ruido que hayan tantas palabras pesadas (impasible-impoluto-incolora, endebles, aglutina, enmaraña, efímero, eterno). Tal vez el poema, en su idea tanto como en su ejecución, es como demasiado ampuloso, es una opinión personal, pero me gusta más cuando definís con sencillez, como en los dos poemas que siguen.

Igual dale para adelante, y la mejor de las suertes con la editorial formoseña!!!
un abrazo

Ñasaindy Cartonera dijo...

gracias Uge. las puertas de Ñasaindy están abiertas.
abrazo